Mi nombre es Sergio Mejía Muñetón, a mi corta edad he sido poeta, escritor de cuentos, músico, dibujante, fotógrafo, artesano, joyero, pintor, médico y cirujano, explorador de selvas, profesor universitario, ingeniero biomédico, inventor de equipos médicos, desarrollador de software, Doctor en Ciencias Médicas en la línea de Bioingeniería, he trabajado en Bioinformática, simulación matemática de sistemas biológicos y procesamiento de imágenes digitales, no en el orden descrito y sin una clara definición de límites entre los múltiples quehaceres, oficios u ocupaciones. Conozco 6 lenguajes: español, inglés, italiano, solfeo, matemáticas y computación.
Suelo autodenominarme "Destructor de Espacios Vacíos" no sin cierta pretensión y obviamente inspirado en la canción
que uso como epígrafe de esta presentación. Puedo afirmar que lo único que me causa temor son las páginas en blanco y el tiempo sin
oficio definido por eso me ocupo con premura en intentar llenarlas y ocuparlo, no siempre con éxito pero si con la firme decisión
de disfrutar y/o sufrir el breve espacio de tiempo que me he concedido para estar vivo.
De las muchas cosas que he aprendido en la vida he escogido una frase para justificar mis acciones creativas plásticas en caso de que fuera necesario, se la escuché a
Jaime Jaramillo Escobar X-504, poeta nadaísta, la pronunció en un taller de poesía y fue muy simple:
No soy un artista formado en la academia y que sirva esta declaración para acortar o evitar discusiones acerca de las definiciones, las técnicas
y las corrientes del arte. Tengo que reconocer las influencias incalificables de algunos amigos que han optado por el arte como forma de vida y las discuciones
internas, para que me sigan considerando como amigo, que sostengo con ellos. Dentro de mis percepciones, por ejemplo, podría considerar un código de un programa
como una obra de arte que obliga a una máquina a que haga lo que yo quiero y esto podría generar una discución sin futuro.
Soy un creyente fervoroso de la belleza y la armonía y apoyo mi fé completamente en mis sentidos y de ellos principalmente en la visión,
la audición y el tacto. De todas las percepciones debo destacar mi gusto por el desnudo femenino, una de las visiones más inspiradoras para mí fue la obra de Darío Morales, pintor colombiano que plasmó en sus pinturas todo el hiperrealismo que le fluía en la sangre.
He encontrado inspiración en muchos otros personajes de las artes, las letras y las ciencias. Leonardo da Vinci, creador
incansable de imágenes perfectas e inventos demasiado avanzados para su tiempo, a él debo mi formación transdisciplinaria.
Albert Einstein, que supo simplificar la comprensión del Universo hallando
Sea ésta una invitación a navegar por mi sitio, a conocerme un poco y sacar sus propias conclusiones y, si está dentro de sus posibilidades
estéticas, morales y económicas, adquirir una obra y contruibuir a llevar el arte a las calles.